periodico regeneración

domingo, 27 de febrero de 2011

jueves, 24 de febrero de 2011

La educación privada subsidiada por nuestros impuestos



México: Colegiaturas: traslado de 13 mil millones del presupuesto público a negocios de escuelas privadas


Pedro Echeverría V.



1, ¡Qué gran cinismo del gobierno y de toda la clase política hablar de “beneficio a la educación nacional” cuando 13 mil millones de pesos se entregan o devuelven a las clases altas y medias! Desde hace medio siglo se sabe de los proyectos de becas crédito, de devolución fiscal, de campañas de desprestigio a la educación pública, de los enormes negocios de las escuelas
privadas, de la profunda penetración del clero católico en esos negocios, de la caída o estancamiento de la inversión en educación pública, etcétera. Ha llevado a que en México la educación privada de ser 5 por ciento haya crecido a 35 por ciento en la educación nacional. A que paralelamente, la educación pública, gratuita y laica se haya desplomado de 95 a 65 por ciento. ¿Cómo carajos no llegar a ese acuerdo cínico si el 99 por ciento de los altos y medios funcionarios tienen a sus “hijitos” en colegios privados, en tanto que millones de jóvenes son rechazados en la escuela pública por falta de espacio, maestros y presupuesto?

2. Nada de patriotismos y demás zarandajas que el gobierno y los empresarios otorgan halagando a los inversionistas millonarios de la escuela privada y silenciando el enorme negocio de familias millonarias panistas y clericales. Hoy las asociaciones derechistas de padres de familia, priístas,
empresarios, lanzan el grito de alegría al cielo a favor de ese viejo proyecto de panistas, clero y su ideólogo Luis Pazos. Resulta extraño que la priísta Paredes salga ahora diciendo que la privatización educativa es su viejo proyecto cuando hasta los años setenta parecían defender la educación pública. ¿Por qué esos 13 mil millones que el gobierno va a devolver a burgueses y pequeño burgueses que usan la escuela privada no se invierten en la educación pública para dar desayunos, comidas, subsidios a pasajes de transporte, reparación de servicios en las escuelas abandonadas a las cuotas de padres de familia? ¿Cuándo la educación media superior y superior dejará de rechazar a millones de estudiantes que no tienen lugar en la educación pública?

3. No debe olvidarse que las grandes quemas de libros de texto gratuitos por poderosos grupos derechistas, y el grito de libertad de enseñanza religiosa en los años sesenta, dio inicio a las grandes campañas contra la educación pública. Durante 50 años los gobiernos se hicieron a la “vista gorda” o de plano apoyaron las grandes campañas de desprestigio contra los libros de
texto gratuitos, programas, profesores, de las mismas escuelas públicas que entonces tenían conciencia alta en la defensa de la educación popular. Sin embargo a partir de 1982, es decir, hace casi 30 años, con la imposición del neoliberalismo, el apoyo total a la educación privada y la plena libertad del clero para intervenir en el país, demuestran que la conciencia nacionalista y laica ha sido absorbida, borrada del pensamiento de los profesores y del pueblo. Aunque Esther Gordillo sea una líder cacique, asesina, acomodaticia- es de las pocas que aún con límites, ha salido en defensa de la educación pública. Ese decreto de Calderón debería ser rechazado nacionalmente.

4. Todos aquellos viejos profesores que tuvieron conciencia de la educación cardenista en México, que lucharon en los cincuenta y sesenta en la nacional de maestros, que fueron profesores rurales, que egresaron de las normales de hijos de trabajadores, así como del Poli, de las huelgas magisteriales junto a Othón, pero sobre todo los de la CNTE, deberían combatir ese decreto que
busca hundir más a la educación pública. No es un simple decreto electoralista como dicen los ignorantes y los oportunistas, es un terrible golpe de la derecha contra la educación pública. Yo, en 1969, por aquello de falta de ingresos me ví obligado a trabajar unos meses en una grande secundaria particular de la colonia Moctezuma del DF donde tenía grabadoras en cada salón, a media clase salían los alumnos a confesarse y se impartía misa en aquella escuela. Salí de aquella escuela como “tapón de sidra” y nunca más laboré en otra privada donde después de cada clase me “aconsejaban” que no hable de esto o aquello.


5. Estuve como profesor de horas de historia en al menos 25 escuelas secundarias del DF y, aunque algunas escuelas públicas estaban en zonas aburguesadas y otras en lugares proletarizados, en la escuela pública nunca escuché de confesiones, visitas de curas o misas, mucho menos que alguien me llame la atención por hacer estudiantes críticos, libres y científicos, o por mis batallas sindicales. En 1972 ingresé al CCH-UNAM en planteles con alumnos de distintos orígenes sociales: CCH Oriente de súper proletarios y CCH Sur con clases medias, sin embargo siendo educación pública jamás la derecha tuvo presencia importante en esos planteles y, por el contrario, algunos miles de estudiantes apoyaban físicamente –junto a sus profesores- las huelgas obreras de los estados de México, Morelos, Hidalgo y el DF.


Siempre supimos demostrar que la educación pública era diez veces superior a la educación privada porque creaba alumnos que razonaran, que criticaran, buscaran la igualdad y que se oponían a todo lo injusto.


6. En México la escuela privada y el clero han jugado una historia muy negativa porque sólo han estado al servicio de las clases poderosas. No puede olvidarse que en el siglo XIX la iglesia era la más grande terrateniente y que junto con los militares y los sectores políticos más
reaccionarios, controlaron el país, hasta que el movimiento liberal de Reforma la expropió. Muy contrario a los esfuerzos del laicismo y la educación pública que a través de la historia han hecho enormes sacrificios para servir a la inmensa mayoría del pueblo. Si en algunos países la intervención del clero, así como la extensión de la escuela privada no causa el mayor escozor, en México sí porque su objetivo de reconquista siempre ha estado presente. Por eso el decreto de Calderón debe ser combatido por los sectores progresistas de izquierda del país. Necesitamos niños, estudiantes, un pueblo que reflexione críticamente, sin prejuicios, acerca de sus problemas básico e importantes.


7. Ahora el borrachín Calderón –como le dicen con todo cariño- con ese decreto altamente apoyador de la privatización, busca congraciarse con la ultraderecha reaccionaria y de paso se mete a la bolsa a las clases medias educadas en el individualismo, el racismo y el consumismo. Lo que les devolverán podrá servir para algunos viajes internacionales y comprarse otro coche de mejor modelo. Espero que pronto se den cuenta los analistas y luchadores sociales de lo que representa ese decreto de devolver a los riquillos lo que pagan en colegiaturas privadas. Al fin los sectores más reaccionarios de la educación han logrado imponer sus propuestas de apoyo irrestricto del gobierno a la educación privada. Parece que los profesores para defender la educación pública deben pasar a acciones más radicales. No basta con sus respetuosas manifestaciones y plantones; las batallas tienen que pasar a otros niveles. Esta condena no es contra las escuelas particulares cuyos dueños apenas alcanzan para vivir con honestidad.

http://pedroecheverriav.wordpress.com


miércoles, 23 de febrero de 2011

No más sangre. Alto a la militarización


Universitarios marchan en contra de la militarización; exigen: "no más sangre" El mensaje iba dirigido al gobierno del presidente Felipe Calderón:"¿Dónde está la justicia en este país?



Un enorme mapa de la República fue dibujado anoche con miles de veladoras encendidas frente a la torre de rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Junto a esa figura, entre la oscuridad de la explanada Javier Barros Sierra, una frase resumió el sentido de la movilización de cientos de universitarios: Alto a la militarización.

*El mensaje iba dirigido al gobierno del presidente Felipe Calderón: ¿Dónde está la justicia en este país? ¿Por qué robarnos el sentido de la solidaridad, de la dignidad y la capacidad de sentir el dolor propio y ajeno?*

Convocados por la Coordinadora Metropolitana contra la Militarización y la Violencia, marcharon unos mil 500 estudiantes de la UNAM y de las universidades Autónoma Metropolitana (UAM) y Autónoma de la Ciudad de México, así como del Instituto Politécnico Nacional.

Mediante la movilización –que partió del monumento a Álvaro Obregón y llegó a la explanada de la rectoría de la UNAM– exigieron alto a la militarización, a la violencia y a los miles de crímenes en México. Durante el trayecto, realizaron pintas en algunos inmuebles para manifestar su repudio a la política federal contra el narcotráfico.

La movilización se inició alrededor de las 18 horas. En Ciudad Universitaria se realizó un mitin, poco antes de las 19:30 horas. Unos minutos después se encendieron miles de veladoras (más de 7 mil, dijeron los organizadores) que representaban simbólicamente a los más de 34 mil muertos que ha dejado la llamada guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón.

Con las velas se formó el contorno geográfico de México y la frase Alto a la militarización. Cuando por fin se logró encender todas (el viento fue un duro rival a vencer), miles de voces se unieron en un solo grito: No más sangre, no más sangre.

Entre la multitud de repente apareció una peculiar bandera mexicana: con el escudo nacional sobre un fondo blanco, pero el color negro sustituyó al verde y rojo. Esta es la bandera mexicana de miles de lutos.

Durante el mitin, Michelle Fuentes, estudiante de la UAM Xochimilco, leyó el pronunciamiento general: Son las nueve de la mañana del viernes 11 de febrero. Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa se encuentran tomando clase. De pronto, un desconocido entra al salón preguntando por Bernardo. El profesor indica quién es. El sujeto lo ve y dispara tres veces,
luego desaparece sin que nadie se lo impida.

Así, los estudiantes recordaron ése y otros casos de impunidad, como el asesinato de la activista Marisela Escobedo, perpetrado mientras se manifestaba afuera del palacio de gobierno de Chihuahua exigiendo justicia para su hija asesinada.

*Académicos como Adolfo Gilly e Imanol Ordorika acompañaron la movilización. En decenas de mantas se leían frases como: Alto a la criminalización de la protesta social, Libertad de expresión, No queremos el negocio de una guerra .*

Ojalá que éste sea el inicio de próximas movilizaciones, porque la situación en el país ya está muy cabrona, expresaban algunos manifestantes.

*Entre varios carteles apareció uno que particularmente fue aplaudido. En éste se retomó el cartel publicitario de una reconocida marca de vodka, donde aparece como fondo el dibujo de una botella y en medio de ella se leía: Absolut-amente inepto. Calderón, si no puedes, renuncia.*


Entrevista de Carmen Aristegui a AMLO